Muchos hogares pisan el pedal del gasto sin darse cuenta al llenar el tambor. La intención es ahorrar tiempo, pero el resultado suele ser una máquina que trabaja de más y un contador que sube. Ese “por si cabe” tiene un precio medible en minutos y en kWh.
El fallo que hace subir tu factura
La idea suena razonable: meterlo todo en un solo ciclo para lavar menos veces. La realidad va por otro lado. Cuando el tambor va demasiado lleno, la ropa no gira libre, se forman bolas y el sistema de balanceo interrumpe el centrifugado. La lavadora lo reintenta una y otra vez y cada intento cuesta energía.
Servicios técnicos y pruebas domésticas dibujan la misma horquilla: con cargas por encima del 80-85 % del volumen útil, el consumo eléctrico puede aumentar entre un 10 y un 20 %. El dato prudente se sitúa en ese 15 % que muchos notan en la factura sin saber por qué.
Más ropa no significa más eficiencia. Cuando el tambor pierde “aire”, la lavadora alarga el ciclo y el contador suma.
Lo que ocurre dentro del tambor
El corazón del gasto está en la resistencia que calienta el agua y en el motor que mueve la carga. Con el tambor a tope, el sensor térmico tarda más en estabilizar la temperatura y la electrónica corrige con pequeños impulsos. El motor, por su parte, lucha contra masas compactas de tejido mojado, frena, arranca y redistribuye. Ese baile invisible añade minutos, desgasta rodamientos y reduce la eficacia del centrifugado.
- Calentamiento: más tiempo para alcanzar y mantener la temperatura marcada.
- Balanceo: reintentos de centrifugado por desequilibrio de la carga.
- Espuma: exceso de detergente + exceso de ropa = aclarados extra automáticos.
- Secado posterior: peor centrifugado implica más tiempo de secadora o tendido.
Prueba doméstica: minutos y kWh que se escapan
Marta y Diego, con dos lavados de ropa mixta a la semana, decidieron medir. Programa 40 ºC Eco, misma marca de detergente y misma dureza de agua. Con el tambor bien distribuido, el contador marcó 0,73 kWh en 1:55 h. Con la carga “hasta arriba”, el ciclo subió a 2:15 h y 0,86 kWh. La diferencia parece pequeña en un día, pero al año equivale a unos 135-165 kWh. Con una tarifa media, son alrededor de 30-45 euros; en periodos caros, más.
Dejar un hueco de un palmo entre la ropa y la parte superior del tambor reduce reintentos de centrifugado y recorta minutos de ciclo.
Cómo cargar bien sin balanza
Pensar en volumen ayuda más que pensar en kilos. La referencia práctica es sencilla y no falla con prisas.
- Objetivo real: 70-80 % del volumen del tambor.
- Regla del palmo: debe caber la mano vertical entre la ropa y la “bóveda” del tambor.
- Mezcla inteligente: alterna piezas grandes con pequeñas para evitar pelotas compactas.
- Giro de prueba: mueve el tambor con la mano; si la ropa cae y se separa, la carga está equilibrada.
- Detergente: menos es más con carga óptima; evita la espuma excesiva que activa aclarados extra.
- Programa: 40-60 Eco para prendas cotidianas con suciedad normal; rinde bien y mantiene a raya el consumo.
Si la ropa “baila” dentro, ahorras energía. Si se apelmaza, paga la máquina y lo pagas tú.
Errores frecuentes que suman coste
Los tejidos voluminosos, como nórdicos o varias toallas gruesas juntas, forman una esfera que rebota y descompensa el tambor. Resultado: vibraciones, ruido y más electricidad. Alterna pesos y texturas o lava los bultos grandes por separado.
Otro clásico: subir a 60 ºC cuando 40 ºC Eco resuelve con un ciclo algo más largo. La energía necesaria para calentar el agua crece rápido con la temperatura. Bajar un escalón aporta más que forzar la máquina a altas temperaturas sin necesidad.
Filtros y cajetín olvidados también frenan el rendimiento. Cinco minutos al mes para limpiar filtro, retirar pelusas y revisar la manguera de desagüe bastan para prevenir reintentos y atascos.
Pequeñas rutinas con efecto real
El momento del lavado no cambia la energía consumida, pero sí el precio del kWh. Si tienes tarifa por tramos, programar fuera de horas punta reduce el coste del mismo ciclo. Subir el centrifugado a 1.200-1.400 rpm en toallas o vaqueros ayuda si no usas secadora; si tienes secadora y prefieres menos arruga, baja revoluciones y compensa en el secado.
Los modelos con autodosificación y “carga automática” calculan agua y detergente, pero no hacen milagros. Si saturas el tambor, engañas a los sensores y pierdes las ventajas del sistema.
| Acción | Efecto inmediato | Ahorro aproximado |
|---|---|---|
| Dejar un palmo de aire | Menos reintentos y ciclo más corto | 5-15 % de energía por lavado |
| Mezclar grandes y pequeñas | Centrifugado estable y eficaz | 2-5 % y menos tiempo de secado |
| Usar 40-60 Eco | Buen rendimiento con agua moderada | 10-30 % frente a 60 ºC estándar |
| Dosificar mejor el detergente | Evita aclarados extra por espuma | Hasta 10 minutos menos de ciclo |
| Programar en horas valle | Mismo consumo, menor coste €/kWh | 10-40 % según tarifa |
Preguntas rápidas
- ¿De verdad una carga de más se nota? Sí. Por encima del 80-85 % el sistema corrige más, el motor sufre y el consumo sube entre el 10 y el 20 %.
- ¿Mejor una carga al 75 % o dos medias cargas? Gana la carga al 70-80 %: lava uniforme, centrifuga bien y suele tardar menos.
- ¿El ciclo corto ahorra siempre? Solo con poca suciedad y carga ligera. Si la máquina añade aclarados o falla el centrifugado, sale caro.
- ¿Cuánto detergente uso con carga óptima? La dosis para “suciedad normal” y según la dureza del agua. El exceso crea espuma y activa aclarados.
Guía práctica para tu casa
Haz una prueba sencilla esta semana. Elige tu programa habitual y pesa el resultado con el contador: anota kWh y minutos con una carga al 70-80 % y, otro día, con carga “a tope”. Si no tienes contador visible, compara duraciones en pantalla. Con tres lavados semanales, una diferencia de 0,10-0,15 kWh por ciclo suma de 15 a 23 kWh al trimestre. Multiplica por el precio medio de tu tarifa y tendrás tu cifra real, sin estimaciones ajenas.
Si dudas con prendas voluminosas, crea “kits” de lavado: toallas + camisetas; sábanas + ropa interior; vaqueros + camisetas finas. Evita toalla con toalla y vaquero con vaquero. Nivelar la lavadora y revisar que no cojee también ayuda al centrifugado y reduce ruido y vibraciones.
Idea extra para ahorrar más
Combina buena carga con secado inteligente. Si secas al aire, tiende en zigzag para que circule el aire entre las prendas. Si usas secadora, saca la ropa cuando aún retenga un punto de humedad y termina al aire; así reduces minutos de resistencia eléctrica y alargas la vida de las fibras.









