Mamen Martínez te reta: limpia tus radiadores con agua caliente y amoníaco en 3 pasos fáciles

Mamen Martínez te reta: limpia tus radiadores con agua caliente y amoníaco en 3 pasos fáciles

Para adelantarse al problema, la experta en limpieza Mamen Martínez propone un método casero y rápido. Su mezcla de agua caliente y amoníaco libera pelusas ocultas, mejora el rendimiento y acorta el tiempo de calentamiento.

Cómo aplicar la mezcla paso a paso

Antes de empezar, apaga la caldera y espera a que el radiador esté completamente frío. Trabaja con buena ventilación y usa guantes.

  • Protege el suelo con una toalla grande o varias bayetas absorbentes bajo todo el radiador.
  • Prepara la mezcla: 1 parte de amoníaco perfumado por 10 partes de agua muy caliente (no hirviendo).
  • Vierte lentamente desde arriba, apuntando a la parte posterior y a las ranuras internas. Usa una jarra con pico o una botella con boquilla.
  • Deja actuar 3-5 minutos. El calor del agua ayuda a desprender grasa, polvo y pelusas apelmazadas.
  • Pasa una brocha de cerdas largas o un cepillo fino por las lamas interiores para arrastrar restos.
  • Retira la toalla con cuidado. Seca el suelo, sobre todo si es tarima o madera.
  • Repite la operación si sale mucha suciedad en la primera pasada.

El binomio agua caliente + amoníaco disuelve la grasa y arrastra fibras y polvo que restan potencia al radiador.

Purgado exprés después de limpiar

Con el radiador frío, abre ligeramente el purgador con una moneda o destornillador. Deja salir el aire hasta que empiece a gotear un hilo de agua. Cierra y revisa la presión de la caldera según el fabricante. Este gesto evita ruidos y recupera el caudal de calor.

Qué hacer con la parte delantera y las rendijas

La cara vista acumula polvo fino que frena la convección. Trabaja de arriba abajo para que la suciedad caiga sobre la toalla.

  • Ata un estropajo o una tira de microfibra a una cuerda y pásalo por cada ranura como si fuese una cinta limpiadora.
  • Usa una brocha plana para barrer el polvo pegado a las aletas.
  • Si tienes aspirador, incorpora una boquilla estrecha y repasa los huecos delanteros.
  • Para terminar, una pasada con paño apenas humedecido en la misma dilución eliminará el velo de polvo restante.

No introduzcas objetos metálicos entre las lamas. Podrías dañar la pintura, provocar óxido o pinchar un panel.

Por qué tus radiadores acumulan tanta suciedad

El radiador es un imán de partículas. El aire caliente sube, arrastra polvo en suspensión y lo deposita dentro cuando el aparato se enfría. A esto se suma la electricidad estática y la micrograsa doméstica.

  • Oxidación ligera y corrosión interior: retienen sedimentos y facilitan el agarre del polvo.
  • Convección constante: el ciclo de aire caliente y frío va pegando fibras en las aletas.
  • Entornos con mascotas, fumadores o cocinas cercanas: multiplican pelusas y residuos grasos.
  • Falta de purgado: el aire atrapado reduce el intercambio térmico y favorece los puntos fríos.

Precauciones de seguridad con el amoníaco

  • Nunca lo mezcles con lejía ni con ácidos. Genera gases peligrosos.
  • Ventila bien. Guantes y, si es posible, gafas protectoras.
  • Haz una prueba en una zona poco visible si el radiador tiene pintura envejecida.
  • No lo apliques en radiadores eléctricos ni toques conexiones eléctricas.
  • Evita verter sobre válvulas termostáticas o cabezales electrónicos.
  • Guarda el producto fuera del alcance de niños y mascotas.

Frecuencia recomendada y beneficios medibles en casa

Una limpieza interior al inicio del otoño y otra a mitad de temporada suele bastar en viviendas estándar. Con mascotas o polvo elevado, repite cada mes durante los meses de uso.

  • Mayor transmisión de calor: las aletas limpias calientan antes la estancia.
  • Consumo más bajo: podrás trabajar a menor temperatura de consigna manteniendo el confort.
  • Menos ruidos: al purgar y limpiar, desaparecen gluglús y vibraciones.
  • Ambiente más saludable: menos polvo en circulación y menos olores atrapados.

Un radiador limpio suele permitir bajar uno o dos grados el termostato manteniendo la misma sensación térmica.

Comparativa rápida de métodos de limpieza

Método Zona ideal Tiempo Riesgos
Agua caliente + amoníaco Interior y lamas traseras 15-25 minutos Vapores si no se ventila; no mezclar con lejía
Aspirador con boquilla fina Rendijas delanteras 10-15 minutos Golpes en pintura si se presiona
Paño de microfibra húmedo Superficie exterior 5-10 minutos Mínimos; evita empapar válvulas
Vapor Manchas puntuales en pintura resistente 10 minutos Condensación; no apto para sistemas eléctricos

Mantenimiento que suma ahorro

Pequeños gestos que se notan en la factura

  • Coloca paneles reflectantes detrás del radiador en paredes exteriores para reducir pérdidas.
  • Deja al menos 10 cm libres delante. Cortinas, cubreradiadores y sofás restan rendimiento.
  • Ajusta el termostato a 19-21 ºC y programa horarios acorde con tu rutina.
  • Revisa la presión de la caldera y purga al inicio de temporada y tras cada intervención.
  • Lava o cambia filtros de la caldera según el manual para mantener la eficiencia del sistema.

Cuándo llamar a un profesional

Si notas manchas de óxido, goteos, zonas frías persistentes en toda la pieza o falta de presión tras purgar, conviene una revisión técnica. En instalaciones antiguas, una limpieza de circuito o equilibrado hidráulico puede devolver el rendimiento perdido.

Una guía rápida para distintos tipos de vivienda

  • Piso con polvo urbano: prioriza aspirado semanal de rendijas y la mezcla caliente cada dos meses.
  • Casa con mascotas: usa la mezcla mensual y pasa una brocha plana dos veces por semana.
  • Radiadores junto a la cocina: añade un desengrasante suave compatible con pintura en la pasada exterior.
  • Tarima o parquet: extrema el secado del suelo tras cada lavado para evitar hinchamientos.

Esta temporada, empezar con los radiadores limpios y purgados marca la diferencia. La pauta de Mamen Martínez con agua caliente y amoníaco es sencilla, barata y se integra en una rutina de mantenimiento que mejora el confort de todo el hogar. Si acompañas el método con buenos hábitos de ventilación y un uso inteligente del termostato, el sistema trabajará menos para darte el mismo calor.

1 comentario en “Mamen Martínez te reta: limpia tus radiadores con agua caliente y amoníaco en 3 pasos fáciles”

  1. Testé ce matin sur deux radiateurs acier: résultat nickel, moins de glouglous et pièce qui chauffe plus vite. L’odeur d’amoniac était ok en aérant bien. Le “purgage” après coup a clairement aidé. Merci pour la méthode!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio