El desorden despista, encarece y agota.
Una parte del desperdicio alimentario nace en casa, escondida en el fondo del armario. La buena noticia: con un sistema sencillo, visible y repetible, la despensa se pone a favor y no en contra.
Por qué tu despensa te hace perder tiempo y comida
El cerebro decide por lo que ve primero. Si lo urgente queda al fondo, se olvida. Si las fechas no se leen, la rotación se rompe. Las prisas del día a día consolidan ese bucle.
En España se tiran cada año más de un millón de toneladas de alimentos. Una parte se pierde en envases abiertos, duplicados y caducados que se esconden. La organización reduce ese goteo y baja la factura del súper.
Lo que no ves, no lo usas. Saca al frente lo que toca gastar y elimina fricción visual.
El método japonés 5S adaptado a casa
Seiri: decide qué se queda y qué sale
Separa lo caducado, agrupa duplicados y aparta lo que debes consumir pronto. Evitas decisiones repetidas y limpias el ruido de un vistazo.
Seiton: cada cosa en un lugar útil
Crea zonas por uso: desayuno, bases, conservas, dulce, salado, especias. La miel vive con la avena si la usas por la mañana. El tomate con la pasta si te resuelve cenas rápidas.
Seiso: limpieza rápida que previene problemas
Pasa un paño al vaciar cada balda. Al limpiar, detectas derrames, plásticos rotos y envases hinchados que anuncian riesgo.
Seiketsu: reglas visibles que cualquiera entiende
Etiqueta grande y legible. Dos alturas por estante. Fechas al frente. Línea de salida en el borde para lo que se debe gastar primero.
Shitsuke: hábitos cortos que se sostienen
Cuando guardas la compra, lo nuevo va detrás. Cuando abres un paquete, escribes fecha. Cuando queda poco, lo pasas a la bandeja de “pronto”. Son gestos de segundos.
Empieza hoy con 12 minutos: guía exprés por estante
Pon un temporizador. Trabaja una balda, no toda la cocina. Busca ritmo, no perfección fotográfica.
- Kit mínimo: rotulador permanente, cinta de papel, paño, cesta “fuera”.
- Vacíalo todo en la mesa y revisa fechas de un vistazo.
- Separa “caduca”, “pronto”, “reposición” y “se queda”.
- Define la zona de esa balda y etiqueta con una palabra grande.
- Coloca FIFO: abierto delante, nuevo detrás, fechas visibles.
No compres contenedores para empezar. Prueba el sistema con lo que tienes y mejora después.
Trucos finos que funcionan aquí
Organiza por usos, no por tipos
Piensa en acciones reales: “desayuno rápido”, “cena de recurso”, “merienda infantil”. Evitas paseos y reduces la probabilidad de repetir compras.
FIFO y línea de salida
Primero en entrar, primero en salir. Dibuja una franja frontal mental: ahí van los productos que se gastan esta semana. Lo nuevo espera detrás.
Especias, el punto ciego
Dos filas máximo y, si puedes, bandeja giratoria. Marca la tapa con fecha. Si una especia no se usa en tres meses, programa un plato para darle salida.
- Dos alturas por estante como límite visual.
- Paquetes abiertos dentro de una caja “open”.
- Lista corta de reposición pegada por dentro de la puerta.
- Fechas al frente, nunca escondidas en la base.
Errores frecuentes y cómo evitarlos
| Error | Qué ocurre | Solución práctica |
|---|---|---|
| Vaciar toda la cocina de golpe | Fatiga, abandono y caos mayor | Un estante por sesión y 12–20 minutos de tope |
| Comprar frascos antes de medir | Contenedores inútiles que ocupan | Probar con cajas que ya tienes y ajustar tamaños después |
| Etiquetas pequeñas | Nadie las lee y el sistema cae | Rotulador negro grueso y una palabra por zona |
| Confundir caducidad con consumo preferente | Se tira comida válida y sube el gasto | Usa olfato y sentido común en “preferente”; desecha riesgo en “caducidad” |
Cuánto puedes ahorrar y cómo medirlo
Simulación sencilla para un hogar de tres personas. Gasto semanal en supermercado: 90 euros. Si tiras un 5% por desorden, pierdes 4,5 euros cada semana. Con 5S y FIFO, bajar a un 1–2% es realista. Eso libera entre 140 y 190 euros al año, sin cupones ni ofertas.
Cómo medir: anota durante cuatro semanas el valor aproximado de lo que tiras. Aplica 5S un mes y repite el seguimiento. Esa diferencia muestra el impacto y motiva a mantenerlo.
Mantenimiento para familias y pisos compartidos
Haz visible el “juego” a todos. Etiquetas grandes y pictogramas ayudan a niños y visitas. Establece una regla simple: lo nuevo va atrás, lo que está en la línea de salida se consume primero.
Agenda un repaso de 10 minutos los domingos. Rueda stock, rellena la lista de reposición y limpia migas. Si una semana se complica, el sistema aguanta gracias a las reglas visibles.
Seguridad alimentaria y fechas
Caducidad implica riesgo en productos sensibles como lácteos o carnes. Si ha pasado, se desecha. Consumo preferente indica calidad óptima; pasada la fecha, muchos alimentos siguen útiles si huelen y saben bien.
Separa lo “preferente” en una cesta “pronto” y planifica dos recetas con esos productos. Evitas tirarlos y vacías la línea de salida.
Ideas para ampliar el método sin volverlo complejo
Plan semanal de tres cenas base con ingredientes intercambiables. Ese esqueleto evita improvisaciones caras. Un recetario corto pegado a la puerta con diez platos-rescate resuelve noches con poco tiempo.
Inventario de fin de mes en una hoja. Conteo rápido por zonas y marcas una “X” donde falta. En 6 minutos ves patrones de compra y corriges.
Para cocinas pequeñas, prioriza verticalidad y bandejas deslizantes. Dos reglas bastan: nada sin etiqueta y nunca más de dos filas. El espacio limitado se vuelve operativo con límites claros.









