Más de uno lo ha vivido.
Ese momento de pánico suele acabar en una llamada urgente al técnico. Pero muchas averías de drenaje tienen una causa humilde y barata que la mayoría pasa por alto. Un pequeño gesto, diez minutos y una pieza de menos de diez euros pueden devolver la normalidad a tu colada.
La pieza olvidada que bloquea el desagüe
El filtro de desagüe y su tapón con junta tórica trabajan en silencio para atrapar pelusas, monedas, horquillas y botones. Cuando se colmata o la goma se reseca, la bomba sufre, el agua no sale y aparecen códigos como E18, 5C, F05 o E21. Parece electrónica, suena a reparación cara. A menudo es solo un tapón que ya no sella.
El coste del tapón con junta se mueve entre 6 y 10 €. La visita a domicilio por “no desagua” suele rondar 120-150 €.
Qué hace y por qué falla
El circuito es simple: el agua baja del tambor al sumidero, atraviesa el filtro y llega a la bomba, que impulsa al desagüe. El filtro protege la hélice de objetos duros. Si el tapón no cierra, entra aire, el vaciado se vuelve errático y la máquina se detiene. Si la junta se agrieta, aparece la fuga por la tapa inferior.
Las señales llegan antes de la avería: drenaje lento, gorgoteos al final del ciclo, olor rancio en el frontal, vibraciones al vaciar, agua que regresa por la goma, o el clásico pitido con código en pantalla.
Cambiar el tapón y la junta en 10 minutos
La intervención resulta sencilla si preparas el espacio y no fuerzas la rosca. Ten a mano una toalla, un cuenco y el repuesto compatible con tu modelo.
- Desconecta la lavadora de la corriente.
- Coloca toalla y cuenco bajo la trampilla inferior frontal.
- Abre la tapa y gira el tapón en sentido antihorario, dejando salir el agua poco a poco.
- Retira el tapón y limpia pelusas y restos. Comprueba que la hélice de la bomba gira libre.
- Encaja la junta nueva en su ranura y humedécela con agua jabonosa para mejorar el asiento.
- Rosca el tapón con la mano hasta tope y añade un cuarto de vuelta, sin herramienta.
- Cierra la trampilla y ejecuta un vaciado o centrifugado corto sin ropa para comprobar fugas.
Errores frecuentes que conviene evitar
- Cruzar la rosca por prisas o mala alineación.
- Apretar con alicates, deformando el tapón o marcando la junta.
- Olvidar secar el asiento de la junta antes de montar.
- Introducir destornilladores en la bomba y dañar la hélice.
- Probar con ropa dentro y provocar un nuevo charco.
Si el tapón no entra suave, retrocede y presenta de nuevo. La resistencia al giro indica rosca cruzada.
Tabla rápida de diagnóstico
| Síntoma | Causa probable | Acción inmediata |
|---|---|---|
| Código E18/5C y tambor con agua | Filtro obstruido o tapón que no sella | Limpiar filtro y sustituir junta/tapón |
| Gorgoteo y vaciado lento | Aire en el circuito por cierre defectuoso | Revisar asiento de junta y reapretar a mano |
| Charco bajo la tapa inferior | Junta agrietada o mal colocada | Poner junta nueva y secar zona antes de cerrar |
| Ruido metálico al drenar | Moneda o horquilla en la hélice | Retirar objeto desde el filtro y comprobar giro |
Cuánto te ahorra y qué mejora en la máquina
Cambiar un tapón cansado reduce el esfuerzo de la bomba y evita que trabaje en vacío, lo que alarga su vida útil. Un sellado correcto evita microfugas que humedecen el zócalo, dañan muebles cercanos y favorecen malos olores. En consumo, un drenaje sin atrancos recorta minutos de ciclo y pequeños sobrecostes de electricidad.
El ahorro directo es evidente: 6-10 € frente a 120-150 € de desplazamiento y mano de obra. A esto se suma el coste indirecto de dejar la lavadora parada un día, la colada mojada y, a veces, una fuga que obliga a secar a fondo.
¿Universal o específico? Cómo elegir el repuesto
- Anota la marca y la referencia exacta del modelo en la etiqueta de la puerta o trasera.
- Comprueba diámetro y tipo de rosca; algunos “universales” no sellan igual.
- La junta tórica debe apoyar plana, sin holguras ni torsiones.
- Si vives con mascotas o usas ropa laboral, valora tener un repuesto de reserva.
Mantenimiento preventivo: abrir y limpiar el filtro cada 3-4 meses en uso normal; cada 2 meses si hay mucho pelo o pelusa.
Cuándo sí llamar al servicio técnico
Hay casos en los que el filtro no resuelve. Si tras la limpieza sigue el código y la bomba no gira, podría estar dañada la hélice o bloqueado el rotor por cal o un cuerpo extraño inaccesible. Si la máquina no enciende, si hay olor a quemado o si el tambor no se desbloquea, toca diagnóstico profesional.
- Ruido grave y vibración persistente tras limpiar: posible bomba para sustituir.
- Fugas por la parte trasera: revisar manguera de desagüe o abrazaderas.
- Equipo aún en garantía: consulta el manual; la limpieza del filtro suele estar permitida, pero no desmontes otros elementos.
Guía exprés de emergencia si el tambor quedó lleno
Si el ciclo se detuvo con agua dentro, corta la corriente, abre la trampilla y evacúa el líquido lentamente con el cuenco para evitar desbordes. Inclinar ligeramente la lavadora hacia atrás uno o dos centímetros ayuda a controlar el flujo. Al terminar, seca la zona, monta el tapón con junta nueva y lanza un vaciado corto de prueba.
Un pequeño hábito que evita grandes disgustos
Programar una limpieza de filtro con el cambio de estación funciona. Aprovecha para revisar la goma de la escotilla y retirar objetos sueltos de los bolsillos. Usa bolsas de lavado para prendas pequeñas y aros metálicos. Estos gestos previenen bloqueos y protegen la bomba.
Pelusas y monedas son la primera causa doméstica de fallo de drenaje. La prevención cuesta minutos; la reparación, cientos de euros.
Información útil para ir un paso más allá
Si tienes agua dura, los depósitos de cal endurecen juntas y engrasan el camino de la bomba. Alternar lavados a 60 °C con ciclos de mantenimiento y usar desincrustante ocasional evita que la junta se reseque antes de tiempo. En viviendas con desagües lentos, conviene revisar el sifón externo: un atasco fuera de la lavadora también dispara códigos de drenaje.
Pequeña simulación doméstica: familia de cuatro, dos coladas a la semana. Revisar y limpiar el filtro cinco veces al año y sustituir el tapón y la junta cada dos o tres años supone entre 6 y 20 € y menos de una hora anual. Una sola visita de urgencia ya supera ese coste varias veces.
Si te animas a un “kit de mantenimiento” anual, añade a la lista limpiar el cajetín de detergente, pasar un paño por la goma de la escotilla, comprobar la manguera de desagüe y ejecutar un ciclo caliente sin ropa. Tu lavadora durará más, consumirá menos y te ahorrará contratiempos en días de prisa.









